martes, 1 de abril de 2014

El grito.


"Se me enfrían el café y la comida, ah, y el corazón". Era lo que justo estaba pensando cuando me pillaron sentada en el banco, esperando, supongo que estaba esperando a la vida porque no había quedado con nadie y ni si quiera llevaba reloj encima en el momento que se me acercó esa extraña mujer de pelo rizado.

- ¿Tienes un segundo para escucharme? - Me preguntó nerviosa y algo alterada, o por lo menos eso parecía.
- No tengo uno, tengo varios - La contesté de una manera seria y bastante borde. Error mío.
- ¿Me puedo sentar a tu lado y así te cuento una pequeña oferta? - Me volvió a preguntar mientras sonreía de una manera de lo más absurda.
- Venga, hecho. - Le dije, porque total, no tenía nada que hacer e igual hasta me entretenía.
- Bien, ¿tienes pareja? - Tres preguntas seguidas no eran necesarias, pensé, aunque igual es que tenía cara de formulario ese día, no sé.
- Tengo pinta de soltera, ¿no? - Ella no contestó, entonces miré al otro lado del banco para ver que de verdad estaba vacío y que no me estaba inventando nada y la respondí. - No, no tengo pareja.
- Entonces eres lo que estoy buscando. - Tengo que reconocer que sin saber por qué me enfadó mucho escuchar esa respuesta durante unos segundos. Me callé para que continuara antes de que mi cara empezase a desfigurarse y se pareciera a la del famoso cuadro de Munch, "El grito". - Estamos recogiendo perfiles de gente que quiera encontrar pareja a través de nuestra página de internet FormulaTé, es muy fácil, solo tendrías que rellenar la hoja de presentación, nosotros te inscribimos y te damos la contraseña de tu perfil para que luego desde casa puedas cambiar lo que quieras y empezar a conocer a gente similiar a ti, será divertido. - Será divertido me dijo la muy cerda, si, qué divertido, pensé por dentro.
- ¡Ah! qué buena idea me parece - Dije de una manera muy sarcástica e irónica. - Pero una pregunta, ¿vienen con manual de instrucciones?
- Bueno, no es muy complicado, la web está muy bien explicada y seguro que te haces rápido con ella, en nada sabrás manejarla a la perfección. - Contestó de la manera más amable que pudo.
- Me refiero a los chicos - Me salío contestarla con el semblante más serio que se me ocurrió. Ella como era de esperar se quedó en blanco y sin saber qué contestarme casi poniendo la cara de "El grito" que estuve a punto de poner segundos atrás, pero solo casi . Al ver que no fue nada rápida me levanté del banco a la vez que dije - No me interesa entonces - Mientras me iba descojonando de la risa andando por la Diagonal de la ciudad Condal.

Quizás otro día.

Mario.

No hay comentarios:

Publicar un comentario